Erika nació en 1944 en una familia de judíos acomodados, vivían en un pueblecito alemán llamado Rothenburgo. Ella fue la única hija. Su famila fue obligada a vivir en guetos y posteriormente, al estallo de la guerra tuvieron que irse decenas de judiós metidos en un tren, sin saber cuál sería su destino. Erika tenia solo 6 meses.Los padres de Erika, estaban preocupados por su hija, ya que se temían el triste final que les esperaba. Ya metidos en el tren, la madre de Erika , sin saber que hacer con la niña, la lanzó por la ventanilla, enrollada en una mantita y con su collar del signo de David en el cuello, con el final de que alguna familia se la quedara y se salvara de esa terrible pesadilla. La niña caió sana y salva sobre un césped, al lado de un banco. 5 minutos después, una pareja se sentó en ese banco. La pareja se trataba de dos jóvenes alemanes, casados recientemente y que no podían tener hijos. Los dos, escucharon unos llantos, que venían de algo envolvido en una manta y que se movía ,la desenvolvió y se encontró a una bebé, que tenía una estrella de David en el cuello con el nombre de Erika. Entonces los dos se quedaron al bebé sin saber de dónde habia venido, solo sabían que se llamaba Erika y que era judia, pues llevaba una estrella de David en el cuello. Erika fue creciendo y creciendo en esa familia, creyendo que esos señores eran sus padres. A veces, le picaba la curiosidad y le preguntaba a su "madre" por qué tenía un colgante de la estrella de David en el cuello, si ese era el signo judío y ellos eran alemanes, su madre no respondía y a veces le decía que era por que a ella le gustaba ese signo. Erika no fue muy buena en el colegio, y no solía prestar atención a las clases. Cuando cumplió dieciséis años sus padres le contaron toda la verdad y ella, entendió muchas cosas. Erika se esforzó mucho más en el instituto y empezó a estudiar Derecho, siempre con la idea de quienes serían sus padres en la cabeza.Conoció a un muchacho y después de 5 años de noviazgo, se casaron y tuvieron a dos preciosos hijos.Pero no se sentía totalmente realizada, ya que todavía no sabía quienes eran sus padres; entonces, se puso manos a la obra: Investigó e investigó y después de tantas noches sin dormir, descubrió que sus padres fueron dos judíos que tuvieron que abandonarla para que no muriera. Pero, ¿seguían vivos sus padres? ¿Tenía hermanos? ¿Que pasó con su familia? ¿Y con su vida? Eran demasiadas preguntas, sin encontrar respuesta... Todos los días se sentaba en el mismo banco, en el mismo parque con la esperanza de ver a su madre, si seguía viva..
-Y esta es mi historia- dijo Erika, a la mujer que contemplaba la estrella de David de su cuello.
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